Cuando vamos envejeciendo nos vamos enfrentando a un serie de cambios que pueden influir en  nuestro estado emocional. Estos cambios podrían afectar distintas áreas: interpersonales, emocionales, económicos, entre otras.

En esta etapa ocurren procesos de pérdidas diversas (físicas, cognitivas, sociales, laborales y de seres queridos), así como pueden agudizarse algunos problemas de salud, que podrían derivar en un deterioro funcional, dificultando la autonomía. 

Adaptarse a esta nueva vida con sus cambios, no siempre es fácil y en ocasiones lleva a que la persona tienda a sentirse vulnerable.​ Por esto, es conveniente consultar con su médico de confianza y solicitar una consulta con un Psicólogo. 

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El rol del psicólogo de la tercera edad es promover y fomentar hábitos saludables que conduzcan a mejorar el bienestar y su calidad de vida.

Trabajamos en estrategias de prevención para evitar o retrasar los posibles efectos de un deterioro neurocognitivo.

Contamos con un espacio de apoyo psicológico donde se le brinda a las personas mayores herramientas para lidiar con los nuevos desafíos que surgen en esta etapa de la vida. Este espacio tiene además como propósito ayudar a mantener y fomentar el bienestar, entendiendo que también es una etapa positiva y de crecimiento.

Objetivos:

1. Aprender a reconocer su nuevo rol.

2. Aceptar los cambios que la vida depara.

3. Priorizar el autocuidado con el fin de disfrutar de los tiempos dedicados a uno mismo.

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